miércoles, 23 de mayo de 2012


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Castropol preserva sus fuentes





2 comentarios:

  1. ES MEJOR ENCENDER UN CANDIL QUE QUEJARSE DE LAS TINIEBLA
    Sobre este tema, que no conviene olvidar, hay comentarios aquí muy al ladito, en este mismo foro o blog o como se llame, Confer "Concurso de Fotogrfía 2012. Cada uno puede aportar ideas y sugerencias para conservar y mejorar nuestro patrimonio humilde, pero nuestro.

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  2. “ERA UNA TRANQUILA FUENTE DE CRISTAL”

    El número de documentos, presentados a este certamen, me parece satisfactorio para los convocantes. La calidad, según mi criterio, de no experto, también es buena. La mayoría creo que se ajustan a ser fuentes y lavaderos populares que en su torno giró mucha vida de nuestros pueblos. Los grifos y las lavadoras son más íntimos, cómodos y, acaso, higiénicos, pero no tienen, creo, mucho que contar. Hay también otros “chiringuitos”, en espacio público, que no merecen una foto. Más aún, distorsionan el urbanismo. Las fontanas suelen ser monumentos rumorosos abiertos a la soberbia y vanagloria. En Roma cualquier chorrito tiene nombre de un Máximo Pontífice: “Hildebrandus, Max. Pontifex, fecit”. No se libra ni el “servus servorum”.

    Cada una de las fuentes aquí retratadas tendrá sus secretos y los lavaderos habrán echado acequias abajo mucho sudor y alguna porquería. También, poesia. Horacio, a la vera de su “fons Bandusiae, splendidior vitro” se recreaba con vino aromático y cabrito recental. Fuentes como de A Veiga dos Molíos o del Molín del Monte podría ser de cierta cautela para mozas, “porque podía salir cara la harina”. Para mi la fuentilla de “Fontela”, así, a nivel del mar, es entrañable, porque a su vera recuerdo las primeras brazadas de mi natación o, a su caño, me refrescaba cuando del pinar venía con carretilladas de “garabullos” y cepas de pino para calentar el caldo o de “folgueira”-fronda de helecho- para “estrar” el cubil del cocho. Era un respiro para subir el “cuestudo” y empedrado “camín•. Al prado de Fontela venían los ribadenses con sus empanadas el la Gira de la Patrona.

    ¿Acaso la Fuente de la Searila, que supongo en Río de Seares, podría guardar algún deslumbrante reflejo de la bella María Rosa? ¿Quedrá en su entorno algún eco de los románticos piropos de don Antonio Cuervo? ¿Llegaría el letrado político de Plantón, después del salto por Porzún y rezo a San Román del Monte, al fondón del valle con ansia de refresco a la orilla de la fuente donde la codiciada Searila bañaba sus pietecitos.

    No faltan en este elenco las fuentes das Figueiras, por otra parte, ya bien recordadas, en asociaciones o grupos, en ciberbitácoras y literaturas populares. Aquí aparecen las de Rapalacois , Pelamio, Ribeira. ¿Se ha secado la de Arroxo? ¿Han caído en olvido las excursiones colectivas, por mar y por tierra a Berbesa con tinadas de paxelos y cobertores?

    Las fuentes de Figueras, muy significativas en la vida pixota, tienen un digno recuerdo en el “Album fotográfico 1890-1970” que con gusto y acierto ha presentado Fernando García Rodríguez. Un buen ejemplo de interés por nuestros pueblos. Otras como las de Seares, Cal, Presa, h

    Quedan, sin duda, otros hontanares que añadir a este significativo muestreo: el Trobo en San Juan, Moldes, As Fontías…

    Para mí queda, como una promesa incumplida y como una vergüenza municipal, la rehabilitación de La Fuente de Castropol.


    Creo que en este blog se admitirían más documentos gráficos y comentarios sobre el tema: leyendas o mitos, romances o letrillas, deterioros o conservaciones, caudales o sequíos. Todo tiene su valor en nuestra historia, pequeña, pero Historia.


    Hace 2.000 años Cicerón que consideraba “la patria más antigua que la madre” escribía “desconocer lo que ha ocurrido antes de nuestro nacimiento es ser siempre un niño”
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